Roma elimina los puestos ambulantes de las zonas turísticas por seguridad
No es la primera vez que la alcaldesa Raggi intenta garantizar que el centro de la capital mantenga su buena presencia.
El Ayuntamiento de Roma ha eliminado los puestos ambulantes de las zonas más turísticas de la ciudad, por decoro y para garantizar la seguridad, ya que estas áreas cuentan a menudo con gran afluencia de personas.
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La ordenanza municipal ha entrado en vigor el 1 de enero y afecta a 17 puestos de recuerdos turísticos, ropa, comida y bebida, que hasta ahora estaban situados en lugares tan visitados como la Fontana di Trevi, la Plaza de España, el Panteón, Plaza Navona o el llamado Tridente, las tres calles rectilíneas que parten de la Plaza del Pueblo y divergen en dirección sur.
El consistorio, que dirige desde 2016 Virginia Raggi (del Movimiento 5 Estrellas), explica en su página web que eran incompatibles con el decoro de la ciudad y ha decidido expulsarlos en el marco de un plan de reorganización comercial del área pública.
El municipio también justifica razones de seguridad, dado el gran número de personas que se congrega en estos espacios.
Buscan un espacio más seguro
De los 17 puestos afectados, ocho serán reubicadas y podrán seguir con sus ventas en otras calles romanas menos concurridas, explica el Ayuntamiento, que no detalla qué ocurrirá con los nueve restantes.
No es la primera vez que la alcaldesa Raggi intenta garantizar que el centro de la capital mantenga su buena presencia.
Ya el pasado julio aprobó una orden municipal que multa a los turistas que se sientan en la escalinata de la Plaza de España o en la Fontana di Trevi, y prohíbe igualmente acceder a lugares públicos con vestimenta "indecente".
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Anteriormente había prohibido comer y beber en las escaleras de Plaza de España y había vetado la presencia de hombres disfrazados de centuriones, que en el pasado se ofrecían a hacerse fotografías con los turistas en las zonas del Coliseo y de los Foros romanos para después pedir propinas.