La nueva maternidad de Amanda Díaz no ha sido un completo impedimento para que ella conecte con sus seguidores en redes sociales. La presentadora y modelo panameña convirtió la dinámica de caja de preguntas en Instagram en una conversación sincera sobre su proceso de maternidad, su cuerpo postparto y en qué quedó el apodo de su primogénito, Matías Enrique.
Una de las preguntas trataba sobre la recuperación de su cesárea. Díaz respondió que esta ha sido más lenta de lo que esperaba. Dijo que, aunque por fuera todo parece estar sanando bien, por dentro aún siente molestias y está a la espera de poder retomar actividades como el ejercicio.
“Por fuera se ve súper linda, gracias a Dios, pero por dentro va más lento de lo que me gustaría”, confesó.
Hablando de su bebé, Matías, Amanda también reveló que aquel tierno apodo que muchos recordarán, “ajonjolí”, prácticamente ha quedado en el pasado.
Explicó que ahora todos le llaman “Mati”, aunque Domil Leira, su amigo y compañero de trabajo, sigue siendo el único que le dice “ajonjolí” de vez en cuando.
Amanda también se sinceró sobre los cambios físicos que ha experimentado desde que es mamá, luego de que le preguntaran si ha sentido cambios en su cuerpo.
Ella admitió que está viviendo un proceso de reconciliación con su imagen. “Este cuerpo no es el de antes, y lo entiendo. Estoy haciendo las paces con mi ropa, con cómo me veo... porque nada me queda como antes y la ropa del embarazo ahora me queda grande”, comentó. Aunque aún está adaptándose, planea comprarse algunas prendas nuevas para sentirse mejor consigo misma: “Esto es un día a la vez”, expresó.
En cuanto a la lactancia, Amanda fue muy clara al decir que no hay trucos mágicos para producir más leche. Aseguró que su mejor aliado es el agua, confesando que intenta tomar mucha al día para mantenerse hidratada y así ayudarse en el proceso. Además, recomendó no dejar pasar más de tres horas sin estimular, ya sea amamantando o con extractor.
Una de las preguntas que recibió fue acerca del “ombliguito” de Matías, que al parecer llamó la atención de muchos cuando lo vieron en una foto que ella subió el fin de semana. Amanda explicó que el pequeño tiene una hernia umbilical leve, algo común y que suele corregirse por sí solo.
Agradeció los consejos que le enviaron, pero también aprovechó para aclarar que su pediatra y terapeuta le recomendaron no hacer nada: ni fajas, ni monedas, ni gasas.