Actriz de 'La Casa de Papel' es enfermera y atiende pacientes con coronavirus
Clara Alvarado estudió enfermería pero nunca había ejercido.
¿La recuerdan? Ella estuvo grabando la serie en Panamá. Bueno, en tiempos de pandemia por coronavirus, todo refuerzo del personal sanitario parece poco. Eso mismo pensó la actriz Clara Alvarado, que ha decidido quitarse la careta de Dalí de La Casa de Papel para enfundarse el traje de enfermera y ayudar a los contagiados gracias a su segunda profesión. En la popular serie es Ariadna, una de las rehenes que coprotagoniza una recordada escena con Berlin.
Lee también: nuestra edición impresa aquíNo es tiempo de críticas, ni de competición política, ni de echarnos a la cara ciertas actuaciones, sino de aportar un contenido útil para que la situación sea mucho más llevadera para todos, y ayudar en lo que sea posible para que esta crisis pase lo antes posible y sin hacer más daño del que se está haciendo, declaró a Efe la actriz.
Alvarado tenía muy claro desde pequeña que quería ser actriz. De hecho, empezó a hacer teatro en el colegio y a estudiar música en la Escuela Municipal de su localidad, Navalmoral de la Mata. Sus padres, ambos pertenecientes al mundo de la salud, la animaron a que tuviera otra opción de trabajo por si acaso.
Y así es como la actriz, que alcanzó la fama internacional con La Casa de Papel, se fue a Madrid a estudiar Enfermería: Me encantaba la carrera, pero también la interpretación, así que decidí compaginar ambas cosas, contó. Ahora, tras demostrar su talento en la pantalla y en los escenarios, la actriz ha decidido hacer frente a esta pandemia mundial.
Voy a pasar los próximos días de cuarentena trabajando como enfermera. Siempre dije que tenía la carrera de enfermería como plan B pero desde hace dos días, se ha convertido en mi plan A, explicó la actriz, que también participó de La llamada.
Nunca lo pensó
Nunca pensé que trabajaría de esto y mira. Decidí ponerme la bata de enfermera hará hoy dos días. Básicamente estoy haciendo esto por una cuestión ética y moral, no podía quedarme en casa de brazos cruzados sabiendo que se necesitaba ayuda y que hay gente que lo está pasando realmente mal, afirmó.