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Holanda comienza el año con un chapuzón refrescante en el mar del Norte
La temperatura del agua ha estado este año entre 5 y 8 grados, por lo que tampoco ha habido ningún susto tras el baño.
Hasta 10,000 personas de diferentes nacionalidades se bañaron, contra el viento y el frío, en la playa holandesa de Scheveningen, en La Haya, como parte de las inmersiones tradicionales en la gélida agua del mar del Norte, que se celebra cada 1 de enero para empezar el año. "Es verdad que el agua estaba helada, pero una vez que estás dentro, se lleva mejor. El ambiente es muy agradable. Dicen que así no pasas frío el resto del año, a ver si es verdad", dijo a Efe Teresa Sanz, ingeniera catalana que está pasando las fiestas en La Haya y que participó en el baño de comienzo de 2018. La inmersión se lleva a cabo en la playa de Scheveningen desde 1965, aunque no es el único lugar para darse este chapuzón: hay otros 139 puntos en diferentes playas de los Países Bajos donde más de 40,000 personas participaron en esta refrescante carrera. También hay otras opciones para nudistas, como en Zeeland, Vrouwenpolder, Zandvoort y Galderse Meren (Breda), donde los participantes corrieron y se sumergieron totalmente desnudos en el agua. La carrera hacia al interior del agua comenzó en todo el país a las 12.00 hora local con especial atención en la playa de La Haya, cerca del muelle de Scheveningen, el lugar más popular y frecuentado para cumplir con esta tradición. Después de registrarse mediante pago de 3 euros, los participantes recibieron un gorro de lana de color naranja y una sopa de guisantes en edición especial con motivo de la inmersión, elaborada por la marca Unox, compañía que organiza este evento cada año. Lucía, de 19 años y que prefiere mantener su apellido en el anonimato, consideró que este año el agua "estaba más caliente" que el anterior, cuando también participó junto a su grupo de amigos españoles y holandeses en este evento típico. Con un fuerte viento y una temperatura de 8 grados centígrados en La Haya, el nuevo año comenzó hoy más suave que el 2017, cuando la gente se bañó a 0 grados, con una sensación de 4 bajo cero, según la agencia meteorológica de los Países Bajos. La temperatura del agua ha estado este año entre 5 y 8 grados, por lo que tampoco ha habido ningún susto tras el baño y la mayoría de los participantes se dirigieron a tomarse un vino o un chocolate caliente frente al escenario de música que la organización ha levantado en la playa. De hecho, la última noche del año fue oficialmente el 31 de diciembre más cálido desde que comenzaron los registros en 1907, con hasta 15 grados en algunas ciudades del sur del país, según Weeronline, la web de meteorología holandesa. La primera inmersión de Año Nuevo en Holanda fue en Zandvoort, el 1 de enero de 1960, y desde entonces se celebra fiel y puntualmente cada año, excepto en 2007, cuando tuvo que ser cancelada por las autoridades debido al frío extremo y el fuerte oleaje en el mar. Del total de 3 euros que cuesta la participación, al menos 1 euro está destinado a un grupo benéfico y este año será donado a bancos de alimentos, según los organizadores. La asociación de brigadas de rescate pidió este año a los participantes que usasen ropa muy gruesa, a pesar de los pronósticos, y que tomasen bebidas calientes inmediatamente después de salir del agua para evitar hipotermias. El resto del primer día del año, y como recuerdan los medios holandeses, la tradición exige comer con la familia, brindar con los amigos en las principales plazas de las ciudades y prepararse para volver a la rutina laboral este martes. A diferencia de por ejemplo España, donde todavía queda por celebrarse el 6 de enero el día de los Reyes Magos, en Holanda la normalidad vuelve el 2 de enero y las fiestas terminan con el primer día del año.
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