Miles de personas se dieron cita en la Basílica Menor Jesús Nazareno en el distrito de Atalaya, en Veraguas, para participar de la misa de los enfermos con la esperanza de recibir un milagro frente al mal que los aqueja.
Al lugar llegaban personas procedentes de todas partes del país, quienes a cambio de recibir salud ofrecían votos, promesas y mandas a la imagen del Nazareno.
Con mucha fe la gente pedía ser sanada de artritis, reumatismo, cáncer, diabetes, dolores corporales, llagas, úlceras y otras dolencias.
Muchos de ellos al finalizar el sermón se acercaban al Santísimo Cuerpo de Cristo con la esperanza de recibir sanidad, mientras se elevaba una plegaria pidiendo que la enfermedad abandonara el cuerpo de los presentes.
La eucaristía de sanación estuvo a cargo del 0bispo de la Diócesis de Santiago, Audilio Aguilar Aguilar, acompañado de algunos sacerdotes.
Él explicó que dentro del pueblo no solo hay enfermedades corporales, sino en el alma y el corazón, y que esta últimas son las más peligrosas.
Añadió que el amor de Jesús llega al corazón de una persona, lo transforma y lo cambia todo, a tal punto que se sanan las enfermedades corporales y espirituales.
"Las personas por darle gusto al pecado, luego como consecuencia se enferma y se aparta de Dios, al punto que no va a la iglesia, no ora ni tiene amigos y pierde la comunicación hasta con la propia familia", recalcó el obispo.